He dicho mil veces que dejaría el vicio,
y siempre acabo cogiéndote en cualquier sitio
para lanzarme contra la pared, y creer que es cierto.
Me vuelves completamente loca,
a la vez de tranquilizarme con cada impulso.
Dime que al Sol se le ha torcido la vista,
que lo que ilumina la ciudad, son mis ojos.
Me vuelves completamente loca,
a la vez de tranquilizarme con cada impulso.
Dime que al Sol se le ha torcido la vista,
que lo que ilumina la ciudad, son mis ojos.
Hay vicios inconfesables, y otros que, encima, son insuperables. Te perseguirá, y en el fondo, es mejor dejarse llevar.
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