De nada sirve ir a más velocidad si los recuerdos te encadenan.

15 de diciembre de 2013

Siempre tuviste las patas largas y la cabeza fría.
Tienes un corazón que centrifuga cada mes, y te escurres las ganas a base de retorcerte el alma, de manera que ésta quede seca y limpia, como si nada ni nadie la hubiese empapado.
Paseas tranquilo, por orillas extrañas.
Bebes de fuentes que ni siquiera sabes que te pueden traer.
Corriges tus pasos a medida que la experiencia te ensucia los zapatos,
y te aprietas los cordones cuando pierdes el equilibrio.
Te da lo mismo recolocarte una y otra vez la cabeza, el corazón,
te reconstruyes y no te importa qué o quién dejar atrás.
No perteneces a ninguna parte, pero quieres algo o alguien que te pertezca.




...pensé que nunca encontraría a alguien que estuviese tan perdido como yo.

7 de diciembre de 2013

Envuelta en una ola de mañanas de ibuprofeno, prisas, ir, aquí y allá. 
Impulsada por un cíclico motor de gente en todas partes, de gestos de enérgica vitalidad de parte de todos.
Volando sobre una ciudad de asombrosa empatia, llena de sol, luces y vida, dá igual de noche que de día, acompañada o sola, esta ciudad te acoge en cada rincón en el que decidas esconderte.
Todo acompaña, los corazones están blanditos, llegará la navidad tarde o temprano, a todas partes.
Y sin embargo, entre tanta vida, el ibuprofeno no me cura la resaca de ti; dentro de este cíclico ir y venir, de tanta gente, de tanta luz, aquí dentro, sólo se escucha a la almohada decir
 'qué guarrada sin ti'.

En su huída se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas.

Inspírate

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