Impulsada por un cíclico motor de gente en todas partes, de gestos de enérgica vitalidad de parte de todos.
Volando sobre una ciudad de asombrosa empatia, llena de sol, luces y vida, dá igual de noche que de día, acompañada o sola, esta ciudad te acoge en cada rincón en el que decidas esconderte.
Todo acompaña, los corazones están blanditos, llegará la navidad tarde o temprano, a todas partes.
Y sin embargo, entre tanta vida, el ibuprofeno no me cura la resaca de ti; dentro de este cíclico ir y venir, de tanta gente, de tanta luz, aquí dentro, sólo se escucha a la almohada decir
'qué guarrada sin ti'.
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