De nada sirve ir a más velocidad si los recuerdos te encadenan.

30 de junio de 2012


Aquellas personas que lloran por dentro, gastan el triple de energías que esos que lo hacen a lágrima descubierta. Pobres desdichados los que sufren en el más remoto disimulo, aquellos que sonríen y dan la mano, mientras su espalda soporta toneladas de material lacrimógeno; aquellos que no sois consumidos por la destreza de la oscuridad y venceis a la ira con un suspiro de esperanza. Os digo desdichados porque en mi caso, me vence el papel y el arte, no he sabido llevar mi fracaso por dentro, no he sabido consumir mi intelecto buscando una esperanza, por lo cual, os envidio. La ira me enciende cada vez que hablo de vosotros, impasibles. Me temo, que es admiración lo se esconde entre estas palabras, y es el sarcasmo, quién reina las siguientes:
 ¡Benditos seais esos que llorais y sentís el aplauso del resto del mundo! 
Pd: Vuestra ex-amante

29 de junio de 2012

Dices 'el camino'. El camino que has de seguir, he de seguir. El 'deber' de seguirlo y cumplir con las metas que discurre nuestro afán de superación. Dices 'camino'. Me da miedo, me enerva pensar en esa línea recta. Cada vez que ante mí se plantea una serie de puntos ordenados, grito. Grito como si mi alma fuese a estallar y a salir por mi boca, por mis poros. Grito hasta que soy capaz de resignarme. Tú hablas de 'deber', de 'seguir', de 'poder'. Por el amor de Dios, mi pequeño diario está harto de esas tres palabras, está harto de resignarse a una caligrafía bruta y puntiaguda, empiezo a considerar que mi diario, incluso él, se empieza a poner en mi contra. Soy de esas personas que prefiere lo impulsos y los gritos, que la paz, la harmonía y los rostros de falsa modestia. Soy de esas personas que no se resignan a creer que todo irá bien. Soy de esas personas que siempre se debaten entre un triángulo de palabras que por las noches se convierten en pesadillas, en tormentas, en un ciclón de pensamientos en rueda. Deber. Querer. Poder. ¿Complicado verdad? Lo es, pero te aseguro, que cuando encuentras una combinación mínimamente viable, resulta realmente divertido. No digas 'camino', sino 'camina conmigo'.


13 de junio de 2012

De flanes va la cosa:

He sentido como tu piel pasa de ser escarcha, a ser un flan. Un flan de vainilla, de los ricos; de esos que te miran con ojitos de 'cómeme' y no puedes resistirte. He sentido tus cosquillas tan de cerca, que he llegado a sentir pánico al mismo tiempo por imaginarme, por un momento, que algún día me faltasen. Te he tocado mil y una veces los labios con mi dedo índice, y he memorizado cada una de tus sonrisas, he visto como tus ojos se ahogaban en los míos, y te juro que esa sensación, se escapa de todos mis puntos de fuga. Tú eras mi fuga. Leía en el braile de tu piel todas mis salidas.
Nos utilizábamos mutuamente para evadirnos de todo cuánto nos quitara el sueño, me servías tus manos y yo a ti las mías, era como un acuerdo a base de cariño y ternura. ¡Oh Dios! Me vuelves completamente cursi y deshinivida sentimentalmente cuando me haces escribir estas tonterías. Pero es cierto, era así. Lo más auténtico que he vivido en toda mi vida. Ojalá el tiempo no fuese una condena tan injusta, y el frío no fuese tan frío sin tí; hoy es mi piel la que es escarcha, y ni siquiera la poesía podría volverme tan flan ni  por medio minuto.
















En su huída se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas.

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