De nada sirve ir a más velocidad si los recuerdos te encadenan.

28 de enero de 2014





En tu piel está el botón que activa el fondo del colchón,
en tu ojos mis ganas de leer la vida con los ojos cerrados,
en tus manos la capacidad de palpar el braile las arrugas de mi piel,
en tus pies el camino para escapar del lugar que los demás quieren para nosotros,
y en tu sonrisa la razón para decirle al miedo que eche el freno de mano, 
que con nosotros, ya no tiene nada que hacer.







Cuando das con la certeza de que jamás volverás a sentir la brisa de verano en pleno invierno, la sensación de ser completamente libre mientras te encadenan unas piernas al colchón, cuando te encuentras frente a frente con ese punto de la pared objeto de su mirada perdida, ese momento dónde empiezas a sentir pánico y sólo quieres salir corriendo. Y al mismo sólo quieres abrazarte a él, o a ella, y hacerle ver que sigues siendo tú, que vosotros sois más fuertes. 
O no. 
Y entonces se acabó.
Se acabó definitivamente y tu estás quieto, sólo y, 

o corres o te mueres de frío.





15 de diciembre de 2013

Siempre tuviste las patas largas y la cabeza fría.
Tienes un corazón que centrifuga cada mes, y te escurres las ganas a base de retorcerte el alma, de manera que ésta quede seca y limpia, como si nada ni nadie la hubiese empapado.
Paseas tranquilo, por orillas extrañas.
Bebes de fuentes que ni siquiera sabes que te pueden traer.
Corriges tus pasos a medida que la experiencia te ensucia los zapatos,
y te aprietas los cordones cuando pierdes el equilibrio.
Te da lo mismo recolocarte una y otra vez la cabeza, el corazón,
te reconstruyes y no te importa qué o quién dejar atrás.
No perteneces a ninguna parte, pero quieres algo o alguien que te pertezca.




...pensé que nunca encontraría a alguien que estuviese tan perdido como yo.

7 de diciembre de 2013

Envuelta en una ola de mañanas de ibuprofeno, prisas, ir, aquí y allá. 
Impulsada por un cíclico motor de gente en todas partes, de gestos de enérgica vitalidad de parte de todos.
Volando sobre una ciudad de asombrosa empatia, llena de sol, luces y vida, dá igual de noche que de día, acompañada o sola, esta ciudad te acoge en cada rincón en el que decidas esconderte.
Todo acompaña, los corazones están blanditos, llegará la navidad tarde o temprano, a todas partes.
Y sin embargo, entre tanta vida, el ibuprofeno no me cura la resaca de ti; dentro de este cíclico ir y venir, de tanta gente, de tanta luz, aquí dentro, sólo se escucha a la almohada decir
 'qué guarrada sin ti'.

30 de octubre de 2013

A nadie le gusta estar solo, pero sin embargo, aprende a vivir con ello. Las personas que pasamos mucho tiempo a solas, aprendemos a piropear a nuestro reflejo, nos sabemos las canciones que más suenan en la radio, y solemos estar al día con las noticias de actualidad. Nos arropamos en cama de manera que tengamos la sensación de que alguien nos abraza por detrás, pero es mentira, y cuando nos despertamos, miramos por la ventana y pensamos si merece la pena poner un pie en el suelo; las hay que encuentran un motivo, y las hay que no. Me gustaría saber, de todos vosotros, quién tendría el valor de incorporarse en esos momentos, sí, vosotros. Los dulces y apasionados enamorados, me encantaría saber qué sería de vosotros si vuestra media naranja se pudriese. Quizás me sorprendais, o quizás no. La verdad es que espero, que cuando veais a través de la ventana encontreis un motivo, solo uno, que os ilumine el rostro y os transmita al menos un uno por ciento de las energías que os transmitía aquella persona; porque sino, estareis perdidos, muertos, desalmados. He aprendido a amarme, y es algo maravilloso; pero para ello, queridos, he tenido que romper la ventana. Suerte.


26 de octubre de 2013

Carta de parte de todas mis catástrofes.

Sabes que te quiero. Sabes que he estado ahí. Volé contigo a través de la ventana más cutre y supimos hacer de tripas corazón una y tantas veces. Naufragué contigo tantos veranos como tormentas, y maldita sea, amanecimos siameses y odiamos al despertador en innumerables batallas. La cama era nuestro reino, nuestra veda de paz, fui tu pipa y tú mi indio, y joder, tocamos con la yema de los dedos el cielo que ahora nos ve arder. Nada me gustaría más que armarme de valor, poder luchar una vez más a capa y espada por esto y contra todo lo demás, pero siempre hay un pero. Un pero que termina con la canción más hermosa, que me reduce a una minúscula, que hace temblar la cama, y mis rodillas, un pero que me dice ‘no permitas que vuelva a pasar’. 
Sabes que te quiero, pero hay algo, que no has sentido en tu pecho, hay una agitación compulsiva de cabeza y corazón que no has palpitado en tus costillas, y yo sí. Ese es mi pero. Y otra vez yo, y otra vez mi caos, otra vez mis ganas. Esta vez, la última de las veces. 
Sé que saldremos de aquí, sé que saldremos cada uno a su manera, y que no caeremos en el olvido que los demás solicitan para nosotros. Sé que la vereda de la puerta de atrás no será la última que haya cantado contigo, y sé que tu sonrisa no dejará de acompañarme en mis triunfos, que seguirás compartiendo conmigo, al menos, un recuerdo. El mejor. 
Espero que algún día, podamos decir, sin ningún pero, que estamos orgullosos de esto.



25 de junio de 2013

u can fly


Escribir te cura el alma, hace que poco a poco se recomponga. Cuando escribes echas fuera todas esas toxinas que no son físicas, sino que van más allá, dicen que las peores. La angustia, la nostalgia, la melancolía, la tristeza; toxinas que hacen que te mueras por dentro si no las expulsas tarde o temprano. 
Cuando escribes y escribes desde el corazón, eres libre, vuelas, y tu alma vuela contigo y por un momento, se vuelve azul, azul mar, azul cielo, azul libertad. Pero siempre hay un pero, y este, habla de que a veces, para llegar a sentirte así, para poder volver a sentirte vivo y libre de esas malditas sensaciones que no te hacen avanzar, necesitamos abrir en canal el corazón, abrir incluso los pulmones para poder respirar profundo, y enfrentarte a todo lo que tienes dentro; ese es el paso más doloroso. Plantarle cara a tus penas, rechazo a tus inseguridades, esperanza al futuro y asimilar el pasado. Cuando nos abrimos por dentro, frente al espejo, frente a un millón de fotos, frente al hogar, ahí es cuando ponemos a prueba nuestra valentía, esa que nos hace avanzar, levantarnos, hacer locuras. Esa valentía, es la materia prima de las piedras que componen nuestro camino, y no podemos tenerle miedo al papel en blanco, por que al fin  y al cabo es sólo papel, y esas toxinas, sólo son eso, malas sensaciones. Nosotros, el ser humano está por encima de ellas, aunque de vez en cuando nos vuelvan más débiles, tenemos el don de no rendirnos, de ser más fuertes que las constelaciones planetarias, somos capaces de inventar alternativas y de construír a base de tripas hechas corazón, un nuevo rumbo.
Si te libras del miedo, puedes llegar a escribir la historia más apasionante, la tuya propia, única e irrepetible.

13 de junio de 2013

Respirar




Tengo mono. Mono de escribir. Hoy sentada en la arena, entre un montón de conchas con diferentes texturas, unas más rugosas, otras lisas y mojadas... me quedé colgada del escalofrío que te recorre el cuerpo cuando la ola alcanza la punta de los pies y te invade hasta el ombligo, tan de repente. La carne se te pone de gallina, el alma se encoge, los huesos se enfrían y sin embargo, una carcajada rompió el silencio de la marea. Me empecé a imaginar como sería mi vida sin esa sensación y la verdad, es que no fui capaz. El oxígeno que mueve mi sangre, lleva incrustado el olor de la salitre, y cuando estoy lejos de él demasiado tiempo, un imán me trae hasta él, aunque me muera de sed. Supongo que la vida nos regala ciertos encantos, ciertas sensaciones e imágenes para que nos las llevemos a la tumba con nosotros, y eso me reconforta, aun no sé en qué medida, pero lo hace. Igual que escribir. 
Cuando escribo me siento libre, desahogada, furtiva, salvaje, creativa, sueño. Cada uno tiene su forma de quedarse aquí, vigente, su manera de dejar huella. No te creas, todos lo hacemos, todos intentamos dejar algo para no pasar desapercibidos por la historia, desde el amor que demostramos hacia otra persona, hasta una fórmula matemática divina e iluminada. Yo, hoy, o quizás mañana, escribiré, cuando la angustia que me acabo de crear a mi misma al hablar de algo tan trascendental se largue. (esto me pasa mucho, así como escribir ayuda a librarte de tus miedos, a veces, tiene el efecto inverso y es una putada). 
En realidad, quería comentarte, que deberías de buscar tu escalofrío, aunque solo dure medio segundo, encuéntralo y te encontrarás a ti. Después si quieres escribir, me lo cuentas, eso ya es cosa tuya.

14 de mayo de 2013



Sabrás de sobra que no doy el corazón a torcer con facilidad, por no decir que si alguien lo consigue sería un verdadero mérito digno de algún tipo de premio. La recompensa es sencilla, simple, cotidiana. Los hay que se quejan de la rutina, de las tareas domésticas, de el camino a casa, de los billetes de ida y vuelta. Desde mi punto de vista, la rutina no es una ventaja, pero sí una garantía. Yo voy de aquí a allá todo el rato, y te puedo jurar con la mano en cualquier parte, que es agotador. Mi sitio está en muchos lugares, mi cabeza me la he dejado en alguna parte insospechada, y el alma la tengo guardada en un bolsillo de alguna chaqueta que solo me pongo cuando quiero dar el pego. No te voy a decir que mi vida es aburrida, ni mucho menos que esté vacía. Está desbordada de recuerdos, sentimientos y un montón de vasos medio llenos y medio vacíos. La desventaja, el gris, lo encuentras aquí, en estos momentos dónde te tengo que explicar, porqué tengo un bloque de cemento en la arteria que llega al corazón, al punto de ebullición dónde alguien pretende invadir un pedazo de mí. Para que lo entiendas, yo estoy compuesta de un montón de partes minúsculas, y la mayoría de ellas se han quedado por el camino, las he regalado sin pedir nada a cambio, no me arrepiento, pero ahora, solo me queda un trocito, tan minúsculo como los demás. Se supone que tengo que hacer de tripas corazón, e ir recomponiéndome a cada paso, tras cada caída, y lo estoy intentando. Quizás te tenga que pedir paciencia, o tiempo, o sabe dios qué. Quizá no tenga que pedirte nada, quizás desistas y te largues, lo entendería. La cuestión es que estoy segura de poder dar lo que un corazón solitario como el mío pide; cosquillas, afecto, e idioteces varias. Sólo es cuestión de coger fuerzas y ganas para abalanzarme de nuevo. Si consigues que vuelva a creer, si consigues hacerme arder, con ropa o sin ella, te garantizo una rutina maravillosa, una rutina de las de verdad, con sus vueltas a casa, sus cenas con vino y los placeres de las pequeñas cosas, o si lo prefieres, podrás perderte conmigo.

2 de mayo de 2013

We're


Me han repetido ciento cincuenta mil setecientas veintidós veces que no todo es tan grande como imagino, que más perdimos en Cuba, ya sabes. Una vez más me veo obligada a repetirles, que como humanos tenemos la capacidad de vernos afectados por cosas tan ínfimas como el vuelo de una mosca, y tenemos todo el derecho a ello. Somos estúpidos por naturaleza, somos capaces de reírnos por la cosa más ridícula y vanal del universo, somos estúpidos en cada gesto, cada vez que gritamos, discutimos, lloramos, queremos y follamos. A cada paso, aumentamos nuestro umbral de estupidez. Pero dime, mi amor, que es la vida sino una sarta de estupideces.
Cuanto más estúpidos más humanos, y por lo tanto, yo te quiero así, humana.
Sé tan estúpida como quieras, ríe conmigo y llora, dedícate a tu estúpido ego hasta querer casarte contigo misma, y yo te admiraré por ello. Total, soy otra estúpida más con ganas de ponerle dos dedos de frente a este mundo, que cada vez, me sorprende menos.

Te requiere, Sari.

7 de abril de 2013

Cuando me quieras, ya no te querré.

La dulce y amarga historia de dos cuerpos que van al compás mientras se fugan,
comparten aliento, pensamiento y calor,
no tienen frenos y como cuando aprietas el gatillo de un momento fortuíto,
acaban helados.

Tengo dos personalidades paralelas, 
dos mitades que dicen sí y no simultáneamente,
un revolcón entre mis ganas y la esperanza de que algún día sea para siempre.
pero, 'para siempre es siempre casi'.

Resulta complicado mantener el equilibrio,
no es una cabeza y un corazón,
son dos corazones y dos cabezas,
¡imagínate el delirio!

Cuantas veces he soñado, con una tregua, con un momento de paz,
con un instante de estabilidad, ya no emocional, sino vital.
Un día de calma, de templanza, y no de calor, y luego tanto frío.

Se me arruga el corazón cada vez que escribo,
y se me empalman los labios cada vez que te beso,
y doblo las esquinas, cruzo las avenidas, me enamoro en los cruces,
y las luces de los semáforos son el verde esperanza que ilumina mis noches, 
y después, apareces tú, silencioso.
Manda cojones, que de camino a los veintipocos, sigo en los diecitantos.

No tengo miedo a seguir asi el resto de mis días,
tengo pánico de que cuando te quiera, ya no me quieras.

Dieciocho abriles.

20 de marzo de 2013

''Cuando te pasas media vida buscándote entre luces y tinieblas, rastreando tantos anocheceres con sus respectivos amaneceres, yendo y viniendo de tu ciudad de polvo y sigues sin encontrar un pecho dónde volver a sentirte en casa, es normal que tengas miedo, a todo el mundo le pasa. Quizás la solución sea dejarte llevar por esa tentación que de vez en cuando asoma por debajo de la almohada, y simplemente, ver qué pasa. Si algo persiste durante tanto tiempo, si algo vuelve como un boomerang durante todos estos años, es porque quizás llevas teniendo un hogar en frente de tus narices y no has tenido el valor suficiente a llamar a la puerta o simplemente, colarte por la ventana. El furor de la búsqueda de algo nuevo, algo innovador, puede llevarte al remordimiento infinito de no haber aprovechado lo que tantas veces tuviste delante y con lo que nunca fuiste capaz de comprometerte del todo. Quizás llevas todos estos años haciendo el pardillo. 
Maldita sea, no hay dios que te entienda.''

18 de marzo de 2013

Nos fuimos a dormir, intacto el corazón, y no perdimos nada, porque lo dejamos todo sellado en aquella cala. No perdimos nada, incluso nuestras diferencias congeniaban como dos gotas de agua cuando éramos reyes. 

El arte de vivir detrás de una canción.

23 de febrero de 2013

Juraría que te vi brillar. Brillaron tus ojos y la luz se transformó en aliento. Se te dan muy bien las distancias cortas, se te nota que eres de carne fácil  de corazón imposible, eres de dos centímetros y mano en el trasero; pero juraría que te vi brillar. Brillaste en el momento en el que levantaste la mirada y casi sin querer, me pediste que sonriera, que te gustaba así para ti. Saboreamos las horas más humildes; pero el corazón no es tan inteligente como para acertar esta vez y manejarnos, no lo es, y nos deja pasar sin más. Una pena, con lo que me gusta sonreír.


13 de noviembre de 2012


Os explicaré como va esto del sexo y los sexos, macho-hembra, ese rollo. Bien,
¿En qué piensan las mujeres?
Desde que nos levantamos hasta que nos ponemos ese pijama de franela, estamos sometidas a un reto. El que cada mujer se propone una vez sale por la puerta: dar lo mejor de sí para no caer en la mediocridad, para que no puedan decir 'ella no fue capaz'. Es difícil luchar contra las leyendas urbanas, pero más difícil es evidenciarlas. Ya me entendereis. Cada día nos ponemos una careta, dura y antibalas, y acabamos creyéndonosla. Trabajamos, pasamos de vuestros meneos dicharacheros y de la poesía barata, disimulamos tan bien que nadie se da cuenta. Somos capaces de transgiversar cada monosílabo, mírada o conversación para que parezca que apenas nos importa. ¿Y todo para qué? Sí, para que os deis cuenta de que podemos vivir sin vosotros, podemos vivir sin el primer beso y sin primeras citas. Pero llega ese momento, en el que la carne y la piel de gallina, vencen a ese maldito reto, y acabamos rotitas. Ah, pero tranquilos, no solo nos pasa a nosotras. La diferencia entre vosotros y nosotras es que somos capaces de admitir que nos podeis vencer con un par de velas, o con una conversación interesante, sin embargo, vosotros, impasibles, no sois capaces de admitir el simple hecho de que como Personas, cabe la posibilidad de que ocurra.
Con ese reto diario, fuimos capaces de comprender, de entender, que en realidad os llevamos una ventaja alucinante; eso sí, cabrones hay en todas partes, y lobas, también. Buenas tardes.

28 de julio de 2012

Tú creas el agujero. Supongo que sabes de lo que estoy hablando. ¡Sí hombre!. Ese agujero que a veces se abre en tu rincón de la cama, cuando las dudas y el falso remordimiento se enzarzan en una sangrienta pelea de orgullo en tu cabeza. Ese agujero negro, a veces gris oscuro, a veces púrpura, en las mejores ocasiones, azul turquesa. En mi caso, en mis noches, incluso en alguno de mis amaneceres, tú abres el mío. Me tumbo y me enfrento a la almohada, juro que con muchas fuerzas. (Te extrañarías de lo fuerte que puedo llegar a ser frente a ella, estarías orgulloso) Me revuelvo con cuidado de no despertar a mis pequeños fantasmas, cierro los ojos e imagino el olor del mar, el tacto de la arena y tu voz susurrando un 'ven aquí'. Empieza el espectáculo. Sonrío, y se despierta. Se despierta el pequeño monstruo que has creado en mi estómago, en mis entrañas. Se despiertan las palabras del juicio final, el roce de tu mano y tu voz negando. Escucho tus palabras y las mías, conjunto malsonante de palabras sobrias y bonitas. Se despierta la sensación del público descontento con el final de la película, esa sensación que grita ¡pero qué haceis!. De forma rutinaria, expulsa de golpe la sórdida sensación de pobreza, indigencia, desamparo. Pobres porque no hemos dejado nada para nadie, ni para tí ni para mí. No hemos hecho las paces con nuestros recuerdos, no hemos declarado la guerra con el futuro incierto. No hemos sido ni valientes ni cobardes. No nos engañemos, tampoco hemos huído. Maldita sea, este rincón de la cama me abre todas las heridas, y las sábanas parecen estar mojadas con alcohol. En medio de la opacidad busco una manera de no sumirme en las profundidades del negro, del gris o del púrpura. Pero te echo de menos, y este agujero, estas ganas de torturarme y odiarte, quererte y remediarme, es lo más próximo que estaré jamás de aquel precioso nosotros. 




30 de junio de 2012


Aquellas personas que lloran por dentro, gastan el triple de energías que esos que lo hacen a lágrima descubierta. Pobres desdichados los que sufren en el más remoto disimulo, aquellos que sonríen y dan la mano, mientras su espalda soporta toneladas de material lacrimógeno; aquellos que no sois consumidos por la destreza de la oscuridad y venceis a la ira con un suspiro de esperanza. Os digo desdichados porque en mi caso, me vence el papel y el arte, no he sabido llevar mi fracaso por dentro, no he sabido consumir mi intelecto buscando una esperanza, por lo cual, os envidio. La ira me enciende cada vez que hablo de vosotros, impasibles. Me temo, que es admiración lo se esconde entre estas palabras, y es el sarcasmo, quién reina las siguientes:
 ¡Benditos seais esos que llorais y sentís el aplauso del resto del mundo! 
Pd: Vuestra ex-amante

29 de junio de 2012

Dices 'el camino'. El camino que has de seguir, he de seguir. El 'deber' de seguirlo y cumplir con las metas que discurre nuestro afán de superación. Dices 'camino'. Me da miedo, me enerva pensar en esa línea recta. Cada vez que ante mí se plantea una serie de puntos ordenados, grito. Grito como si mi alma fuese a estallar y a salir por mi boca, por mis poros. Grito hasta que soy capaz de resignarme. Tú hablas de 'deber', de 'seguir', de 'poder'. Por el amor de Dios, mi pequeño diario está harto de esas tres palabras, está harto de resignarse a una caligrafía bruta y puntiaguda, empiezo a considerar que mi diario, incluso él, se empieza a poner en mi contra. Soy de esas personas que prefiere lo impulsos y los gritos, que la paz, la harmonía y los rostros de falsa modestia. Soy de esas personas que no se resignan a creer que todo irá bien. Soy de esas personas que siempre se debaten entre un triángulo de palabras que por las noches se convierten en pesadillas, en tormentas, en un ciclón de pensamientos en rueda. Deber. Querer. Poder. ¿Complicado verdad? Lo es, pero te aseguro, que cuando encuentras una combinación mínimamente viable, resulta realmente divertido. No digas 'camino', sino 'camina conmigo'.


13 de junio de 2012

De flanes va la cosa:

He sentido como tu piel pasa de ser escarcha, a ser un flan. Un flan de vainilla, de los ricos; de esos que te miran con ojitos de 'cómeme' y no puedes resistirte. He sentido tus cosquillas tan de cerca, que he llegado a sentir pánico al mismo tiempo por imaginarme, por un momento, que algún día me faltasen. Te he tocado mil y una veces los labios con mi dedo índice, y he memorizado cada una de tus sonrisas, he visto como tus ojos se ahogaban en los míos, y te juro que esa sensación, se escapa de todos mis puntos de fuga. Tú eras mi fuga. Leía en el braile de tu piel todas mis salidas.
Nos utilizábamos mutuamente para evadirnos de todo cuánto nos quitara el sueño, me servías tus manos y yo a ti las mías, era como un acuerdo a base de cariño y ternura. ¡Oh Dios! Me vuelves completamente cursi y deshinivida sentimentalmente cuando me haces escribir estas tonterías. Pero es cierto, era así. Lo más auténtico que he vivido en toda mi vida. Ojalá el tiempo no fuese una condena tan injusta, y el frío no fuese tan frío sin tí; hoy es mi piel la que es escarcha, y ni siquiera la poesía podría volverme tan flan ni  por medio minuto.
















29 de mayo de 2012

Y entonces pulí todos mis encantos, y desaté todos mis defectos.
Puse las cartas sobre la mesa, como fruto de un ridículo delirio.
No fue un error, en tus ojos adiviné tus deseos, y la botella trajo consigo la furia que desató el huracán de las sábanas. Si acaso pensabas que buscaba otro fin, puedes darte con el canto en los dientes.
Solo pretendía hacerlo a mi manera, me gusta convertir en arte, el caos que se dispara de la nada,
universos que sin gente como tú, me sería imposible crear.
Eres mi pasatiempo favorito, y tus deliciosas pestañas la guinda del pastel.
Conocerme a través de ti, es la mejor idea que he tenido jamás.

19 de mayo de 2012

...y entonces grité.

Soledad siempre te acompaña.
Soledad está quieta, siempre dispuesta.
Soledad come contigo, hace el amor contigo cada noche, y te despierta con un pequeño susurro.
Soledad escucha.
Soledad va, pero siempre vuelve.
Soledad te quiere, te mima.
Soledad te dá libertad, y corre contigo, ríe contigo.
Soledad llora tus lágrimas, y se guarda tus palabras.
Soledad te abraza.
Soledad te abraza mucho.
Soledad te rodea con sus tinieblas, con su cielo y su infierno.
Soledad te ahoga.

Todos locos.

Quizá sea yo, y mi infinita capacidad para estropear todo lo que toco.
Quizá sea mi patética necesidad de independencia, de que mi cabeza ande loca motorizada por los humildes latidos de mi estúpido corazón.
Quizá esté construyendo un fino muro a mi alrededor, translúcido, tras el que solamente se ve la hoguera que llevo dentro.
Quizá mis ojos no quieran mirar la realidad que me cae encima cada vez que escribo un verso, y mis brazos se levanten por ciencia infusa en vez de por una razón coherente.
Quizá tengo la sonrisa perdida, quizás me esté escapando yo, quizás soy yo la que esté huyendo.
Quizás mañana tenga un motivo por el cual cambiar, pero os juro, que llevo diecinueve años buscándolo, y además de no encontrarlo, os juro que he intentado inventarlo. He intentado cambiar basándome en la nada, y por más que lo intento, no me sale.
No puedo ser otra persona, no puedo ser ese tipo de persona con el cual os vieseis toda una vida. No soy esa persona, no soy de las que piensas 'me casaría con ella', no lo soy, pero se os escapa algo que a mi no, y en eso voy con ventaja, no-pretendo-serlo.



13 de abril de 2012

Sexo barato canjeable por un par de sonrisas, libres todas ellas de cualquier tipo de compromiso.
Los celos petan dos o tres veces la puerta cada semana, pero siempre subo el volumen de la televisión, ellos no podrán conmigo. No crearé un nosotros, no esta vez.
Me caliento un abril en el microondas que asoma en tus bolsillos, y lentamente apoyo mi cabeza sobre tu pecho. Sonries y me tocas el pelo, y es cierto.
Esto no es amor de andar por casa, ni esperanza a la vuelta de la esquina. No hay vuelta de hoja, ni papeles mojados. No hay besos a las afueras, ni safari en el parque. No hay nada, y lo hay todo.
Un sofá, y kilos de satisfacción.
Los sueños parecen quedar lejos, pero hay algo diferente y es que creo que aunque sea en un porcentaje minúsculo y sucio, se han hecho un poco realidad.

25 de marzo de 2012


…Piensa en el mar. En el mar cuando rompe contra esas rocas. Rompe con fuerza, una fuerza incontrolable. Jamás nadie será tan fuerte como él.


Algún día me gustaría tener el 1% de la fuerza y la dureza que tiene él, y otro 1% de su majestuosidad, belleza y maternidad. Es capaz de luchar contra lo que se le venga en gana, y arropa tanta belleza en sus adentros… es libre y puro, y lucha por su libertad, por su sitio en el mundo. Me imagino estar en la mente del mar, algo que sé que no existe, pero soy así, me lo imagino; y no soy capaz de alcanzar ni el dos por ciento de lo que sentiría si fuese él. A veces lo miro, y me recuerda los cientos de motivos por los que estoy viva, y lo grande que puedo llegar a ser, otras veces sin embargo, delante de él me siento el ser más pequeño de la tierra y me dá pánico. Pese a todo, sé que algún día, podré ponerme en su lugar, y para ese entonces, espero estar bien preparada. Mientras tanto, me siento, fumo, recapacito y crezco.

00:00

Tenemos la maldita costumbre de creer que por pensar en un futuro, éste será mejor. Hacemos miles de planes con la esperanza de poder cumplirlos algún día de nuestras activísimas y diversas vidas. Loterías, trabajos, relaciones, herencias desconocidas y sueños (im)posibles. Cada cual con sus peculiaridades y antojos. Nos sentamos y movemos el mundo a nuestro parecer, abrimos la mente e intentamos comprender al resto, y ala vez planteamos una estrategia de cómo lucharemos en su contra. Queremos hacernos un sitio en el mundo, y confiamos en que la gracia divina estará de nuestro lado. Maldita sea, vivo en una sociedad de ‘Soñadores sin fronteras’ y no te lo voy a negar, es una sensación magnífica. Sin embargo, veo como el tiempo se consume, cada hora que invertimos en planificar nuestras vidas, se larga sin preguntarnos a dónde se dirije, y nos quedamos con el culo encajado en esperanzas que ni siquiera tenemos aseguradas. El tiempo se larga, y seguimos sentados frente a servilletas llenas de garabatos y listas de cosas que hacer antes de morir. Todo esto, para que al final, la vida, tenga otros planes para nosotros. Todo esto, para que cuando nos miremos viejos y podridos delante del espejo, pensemos ‘que jodida es la vida, qué larga parecía y qué pocas cosas me ha dado tiempo a cumplir’.


Solo saco dos conclusiones en limpio de todo esto: Una, dejaré de hacer planes en una servilleta, y dos, que nadie nunca me arrancará mis sueños de las manos, porque sin ellos, sentada en una silla o montada en un avión, no sería nadie y mucho menos podría tener fuerzas para esperar algún futuro por muy incierto que sea.

7 de marzo de 2012

Me sé cada uno de los versos que utilizabas para dormirme. Repito la acentuación, las paradas entre estrofa y estrofa, los suspiros e incluso recuerdo tu piel caliente de gallina literalmente excitada. Tu brazo en mi espalda, y en tus manos hojas desgastadas, en las mías pura adrenalina, puro placer.


Cierro los ojos, me cubro, me arrejunto a la almohada. La maldita rutina de todas las noches desde que 'la adrenalina duerme en camas separas'.

1 de marzo de 2012

Por ejemplo tu ropa en una silla,
por ejemplo mi copa en el suelo,
por ejemplo 'no me hagas cosquillas'
por ejemplo que me encelen tus celos.

20 de febrero de 2012



Recuerdo perfectamente como nos meneaba el viento, de un lado para otro, mientras el frío del asiento se mojaba por las olas del mar. El barco daba tumbos y nosotros dos, allí arriba, escuchando la música que sonaba en una radio comarcal nos zambullíamos el uno en los ojos del otro.
Se te daba bien abrazarme, abrazarme de manera que yo me sintiese en casa, ahí, en tu pecho.
Tú pecho era mi casa. Ese viaje fue eterno, aquella canción fue eterna, y en un instante supe, que tus cosquillas cambiarían mi vida, no era consciente de si para bien o para mal, pero la cambiarían.





(Estaba en lo cierto, tu sonrisa hizo que me olvidase del mundo, y aquí estoy, a ciegas.)






8 de febrero de 2012

Cuando la piel es escarcha y el corazón pura ceniza,
tu vienes y me calmas, me enseñas,
por las buenas y por las malas,
que la luz es una ilusión, el calor solo una sensación y la ventana una salida.
De repente me escapo contigo, sentada en una silla,
al país de 'aquí me quedo y que le den al jodido mundo'
y hace viento, y es nuestro, y hace frío, le aborrecemos y seguimos a la nuestro;
que la vida no son dos días, es uno y medio; y si hoy estoy enfermo,
de amor, de cordura, de estómago o de recuerdo, que sea porque ayer,
he disfrutado más de lo que debía;
si hoy soy ceniza, ser consciente de que puede que sea culpa mía,
y si mi piel es escarcha, mañana, será poesía.

3 de febrero de 2012

Que los labios del pecado abren mil veces más puertas, que los besos que no has dado.

5 de enero de 2012

Este año os lo pongo fácil y sencillo, decidido;


Lo más útil que tengo son diez dedos, un hemisferio del cerebro y un orgasmatrón.
Nunca fuí capaz de describirme, pero me quiero todos los días.
Mis padres me quieren y yo a ellos, pero nunca nos entendemos,
siempre quisieron un tipo de hija al que yo nunca respondí adecuadamente.
No me suelo mirar al espejo, pero cuando lo hago intento mirarme fijamente a los ojos, y reconocerme. Es un ejercicio aparentemente sencillo, inténtalo.
Me pierde la comida basura, las cámaras de fotos, los libros y los hombres.
Soy de tentaciones sencillas y fáciles de satisfacer, pero peco pocas veces.
Soy cobarde, adicta a la huída. Temo al compromiso, pero nunca lo descarto.
Detesto el romanticismo clásico, las barcas con luces, los mariachis, la ópera, las primeras citas, los pétalos de rosa y las joyas caras. Pero me encantan los ramos de flores.
Mis mayores defectos son el despiste y mi gran necesidad de independencia. Mis virtudes la paciencia y la positividad.
Me gusta mi sonrisa, casi nunca la malgasto.
Me gusta la ropa cómoda, y a veces, incluso consigo ir guapa.
Me gustaría ser sencilla, pero no es tan fácil.
Me apasiono de manera repentina, soy la persona más inoportuna del mundo, y odio la bipolaridad.
He tenido varios romances bonitos, que han merecido la pena, y también he tenido unos cuantos que se han marchitado, a esos ni siquiera les llamaría romances. No soy de las que tienen una película favorita, todas me inspiran y me emocionan de formas diferentes. Tampoco tengo un color favorito, pero sé cual es el que mejor me sienta. Me gusta tumbarme en el sofá sin hacer nada, mirar al techo y sentir que no estoy haciendo nada, que el mundo gira, y no me necesita. Me encanta salir a la calle y creerme Dios, mirarme en los portales y reírme de como ando, me gusta que las cosas cambien y admirar que hay personas que no lo hacen. Me dedico a estudiar a las personas, su forma de expresarse, el porqué de su comportamiento o actitud respecto a las cosas que les importan, y respecto a las que no. Me gustan las personas, sean todo bondad o sean de lo más hijas de puta. No intento entenderlas, sólo admirarlas. Admirar su labor en el mundo, su manera de ver la vida, la forma de sobrevivir que tiene cada una. Eso sí, ante todo, he decir, que me admiro a mi misma.
Aquí me tienes. No hay trampa ni cartón.

27 de diciembre de 2011

                                               
                                               Cada vez respiramos un poco más profundo,
trato que cada palabra nos lleve a ese sitio,
al que ninguno de los dos queremos llegar;
quizás tú estés dispuesto a escucharme, pero yo,
no quiero hablar, no tengo nada que decirte,
porque lo mejor que me ha pasado hoy,
ha sido volver a verte.
Me gustan las cicatrices en ciertas partes del cuerpo,
me inspiran experiencia y valentía, y a la vez,
debilidad y la parte más profunda y sospechosa.
Son lo que más me gusta de ti, eso quiero decirte.

Tienes algo que te hace intimamente especial.

5 de diciembre de 2011

Que nadie me llame cobarde, sin saber hasta dónde te quiero.

Nadie sabe cómo te quiero, ni cómo te quise, ni lo que me queda por quererte.
Yo he estado en sus infiernos, los he vivido, con todo su calor, me quemaba y resistí. Él ha estado en mis glorias, las ha sufrido, me ha aguantado cada tormenta de ego.
Enfrascados el uno y el otro en las piernas de uno y de otro, como si la cama de una cárcel se tratase, nos inventamos auroras, cantamos en los amaneceres, y cerrábamos los ojos a cada golpe de cordura. Un vagón de tren podía ser una nave del tiempo, y una ventana, una inspiración para la esperanza. Cuando quieres a alguien tanto, que por la misma razón, llegas a odiarle, te das cuenta de que el resto del mundo, se ha quedado atrás, que la única razón por la que te levantas todas las mañanas es su maldita sonrisa, con su maldita dulzura, con sus malditos hoyuelos. La única razón por la que afrontas el frío del invierno, es la esperanza de que su calor, te salve, te guarde, te recoja.
Y cuando todo se acaba, cuando la aventura ha terminado y ninguno de los dos ha salido ganando, en ese momento, todo lo que lees sobre amor, se queda corto, te parece poco. Todo te parece mediocre; y no es culpa de ellos, sino tuya, mía, nuestra.

2 de diciembre de 2011

A veces se desprende más energía discutiendo con alguien a quien amas que haciendo el amor con alguien a quien aprecias.

2 de noviembre de 2011

Maldita sea;



Detesto esa ficticia premonición de los signos del zodíaco, las predicciones del tiempo y las películas que te hacen esperar un sinfín de sueños cumplidos, sin embargo, miro el zodíaco todos los días, consulto el tiempo para saber si ponerme botas de ante o botas de piel y puedo pasarme tardes entera viendo películas que me recuerden porqué nos gusta tanto la filosofía sobre la vida. No sé si es contradicción o pura hipocresía, supongo que todos necesitamos creer en algo, algo que nos diga que puedes acertar en cualquier momento con una decisión repentina, yo que sé.
Mantengo en la memoria ese momento en el que estabas aquí, entre sábana y edredón, y no parabas de reír, reías a carcajadas, ni me acuerdo del motivo, pero tu sonrisa lucía como ninguna y combinaba a la perfección con la mía. Cada vez que busco motivos, recurro a ese recuerdo, a ese momento, a esa parte de mí. Y me dá más esperanzas que ningún librillo de zodíacos, me mantiene con los pies en la tierra más que cualquier bota, y hace que me olvide de los sueños de cualquier personaje de ciencia aficción. Tú eres ese motivo por el cual detesto esas tres cosas, y cuando recurro a ellas es para lograr acercarme a ese instante, y nunca, jamás lo consigo.

1 de noviembre de 2011

'¿No los odias?¿Esos silencios incómodos?¿Porqué necesitamos decir estupideces para estar cómodos? Es por eso cuando sabes que has encontrado a alguien especial: Puedes estar callado durante un puto minuto y disfrutar del silencio.'
.Mia Wallace.

31 de octubre de 2011


Y te das cuentas de que en soledad, también puedes vivir cosas hermosas.
Sentir un atardecer, parar el tiempo, nadar entre esperanzas.
Encontrarte en la inmensidad.

11 de septiembre de 2011

Me gusta encontrarte de casualidad,
decirte cuatro tonterías, y quedarme tan contenta.
Soy feliz con la idea de que existes,
no necesito nada más, absolutamente nada.
Estás ahí, sirviendo al planeta,
con tu cabeza de chorlito y tu magnífica sonrisa.
Comparte esa sonrisa con todos,
el mundo se lo merece, es preciosa, de verdad.
Es de esas sonrisas que le alegran la vida a uno,
de las que no necesitan un porqué, de las que te puedes quedar mirando, una vida entera.
Sé tú tanto tiempo como aguantes, crece cuando la vida te de un tirón de orejas, vuelve cuando puedas, pero no te olvides de que debes ser feliz. Es una obligación, por ser tú.
Eres una de esas personas que me alegran el día, no sé cuanto durará, pero está buen este rollito.
Venga lúcete, que yo, disfruto.

24 de agosto de 2011


La habitación, un ápice de ingenuidad, tensión sexual, cierto aroma a futuro fracaso, limitaciones emocionales, y la luz del Sol que se cuela entre las cortinas dan paso a una majestuosa escena 'de cómo chico conoce a chica, se destrozan el corazón y alimentan su vida a base de niñeces y sonrisas semifluidas.'


En su huída se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas.

Inspírate

trucos blogger