De nada sirve ir a más velocidad si los recuerdos te encadenan.

23 de febrero de 2011



El mundo te quiere rápido para que llegues a tiempo, te quiere veloz para recordar sólo el sonido de tu paso, y es por esto que cuando recuerdas que no vas a ningún lado,aceleras.

14 de febrero de 2011


Claro que se lo que es tener un nudo en la garganta, saber que quieres explotar y gritar a los cuatro vientos como puedes llegar a sentirte. Querer romper las ventanas, ganar la batalla y no saber por dónde empezar. Sé lo que es tener la piel de gallina y no poder sentir a la otra persona, sentirla de lejos. Sé de sobra lo que es mirar a una sonrisa, y desear quedarte con ella para toda la vida, claro que lo sé. Y no me hables de escuchar una canción y que se te rompa el corazón, que se te moje, que se te ahogue, que se calle y luego explote, que la garganta te pida solo efervescencia.

Claro lo que sé lo que es tener un nudo en la garganta, pero también sé quién y cómo se puede deshacer.

7 de febrero de 2011


Me gusta la playa, me gusta ver el mar y sentir que podemos ser infinitos, infinitos en este mundo, que cada vez parece dar más vueltas, que se enreda en sus arenas terrenales por las cuales te deslizas sin pedir perdón a nadie, sin decir tan siquiera 'adiós'. Al menos en este momento dónde una ola puede llevarme lejos, puede cruzarme el corazón y ahogarme las ganas en menos de dieciocho segundos, al menos ahora puedo sentir que sigues aquí, y que si me voy lejos, si se me hiela el corazón o las ganas se resistan a morirse inhundadas, será contigo. Suena romántico y bohemio, que piense en tí justo ahora que se supone que tengo que sonreír por ver que las cosas apenas cambian, pero te juro, que el olor a mar no me excita tanto como hace algún tiempo, que por muy feliz que pueda parecer, el agua en los pies ya no me moja del todo, ya no cala, no enfría, no hiela, apenas se siente. Fuiste la sensación más fría, más profunda, más caliente, más efímera y más intensa que tube nunca; y eso, ni la playa, ni las arenas, ni los límites terrenales me van a decir lo contrario.


No quiero que vuelvas, sólo sígueme.

2 de febrero de 2011



Se te daba bien sonreír, se te daba de fábula. Lo hacías con una naturalidad que a veces, incluso me dabas envidia. Sonreías con cualquier cosa, me veías atarme el pelo, y sonreías, hacías cualquier tontería libre de tu estilo y otra vez, esa sonrisa. Se te daba tan bien sonreír... que me enseñaste muy bien, tuve el mejor de los profesores, fuiste como ese momento, dónde te pones de frente al mundo y lo tienes todo claro, todo vivo, todo azul. Vivir tu risa es vivir todo el rato así. Era como, si de repente todo se conviertese en un motivo para destrozar una sonrisa más. Miraste mis ojos, te fuiste y seguías sonriendo.
Te estabas yendo y tu sonrisa seguía ahí. Quizá ni te importaba, o sí, y por eso lo hacías.

La cuestión es que lo hacías mejor que nadie.
Mejor que nadie.


Y era increíble, por eso que yo, presumo de esa noche y de todas las demás, de tus días y tus humores, porque por muy mal que lo hicieras, siempre sacabas y alargabas esa sucesión de dientes blanquecinos. Me enseñaste a sonreír, y no pudiste hacerlo mejor.

Me da mucha pena, que ahora no me vayas a dedicar ninguno de tus oyuelos, los voy a echar de menos, pero me compensaré a mi misma, porque por culpa de toda tu risa me he negado a cosas que merecían todo mi lado positivo. Y ahora, me toca a mi.


Me moriré de ganas de decirte que te voy a echar de menos.

1 de febrero de 2011


Tiene gracia que la única vez que fracasé por completo en algo, me divertí más que nunca en mi vida.

En su huída se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas.

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