Cada vez respiramos un poco más profundo,
trato que cada palabra nos lleve a ese sitio,
al que ninguno de los dos queremos llegar;
quizás tú estés dispuesto a escucharme, pero yo,
no quiero hablar, no tengo nada que decirte,
porque lo mejor que me ha pasado hoy,
ha sido volver a verte.
Me gustan las cicatrices en ciertas partes del cuerpo,
me inspiran experiencia y valentía, y a la vez,
debilidad y la parte más profunda y sospechosa.
Son lo que más me gusta de ti, eso quiero decirte.
Tienes algo que te hace intimamente especial.
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