Tienes un corazón que centrifuga cada mes, y te escurres las ganas a base de retorcerte el alma, de manera que ésta quede seca y limpia, como si nada ni nadie la hubiese empapado.
Paseas tranquilo, por orillas extrañas.
Bebes de fuentes que ni siquiera sabes que te pueden traer.
Corriges tus pasos a medida que la experiencia te ensucia los zapatos,
y te aprietas los cordones cuando pierdes el equilibrio.
Te da lo mismo recolocarte una y otra vez la cabeza, el corazón,
te reconstruyes y no te importa qué o quién dejar atrás.
No perteneces a ninguna parte, pero quieres algo o alguien que te pertezca.
...pensé que nunca encontraría a alguien que estuviese tan perdido como yo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario