Hacías que todo fuera especial, la galleta de vainilla, el salón de todos los días... pero ahora nada es como era, y míralo, el mar sigue ahí echándome de menos, para que vuelva.
Me vuelvo a los amigos y a la cerveza, a las fotos de vida maestra.
Cuando decidas volver, por el camino que sea, llámame, alguna parte de esto que tengo dentro, te lo agradecerá. Ya que sin tí, todo es tan grande...
y de repente, tan pequeño.
Muy bonito.
ResponderEliminarA veces estando tan lejos, sientes todo tan cerca. Ojalá lo estuviera de verdad.
Un beso!
Sin palabras...
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