De nada sirve ir a más velocidad si los recuerdos te encadenan.

27 de junio de 2011










Todo se rompe. Las lavadoras se rompen, los ordenadores se rompen,los huesos, los besos, el aire, las bombillas y las piedras, también se rompen.
Hay veces en que las roturas, no se ven a simple vista. Se denotan con un pálpito, con una revisión, con una inspección interna. Llegar a este paso, a tener que mirar dentro, es lo peor que puede pasarte y más cuando lo que se ha roto, eres tú, tú misma. Te sientes débil, floja, pero inteligente. Te estás curando, eres inteligente.
Cuando echas una ojeada, a lo que tienes dentro, a todo ese conjunto de palabras, recuerdos, músculos, carreras de escalofríos, pálpitos incontrolados, puntos mal dados, cicatrices a medio curar... cuando ves todo eso, te entran ganas de vomitar, y no parar hasta soltarlo todo, absolutamente todo. Soltar todo ese líquido maloliente y repugnante de tu cuerpo para que no vuelva. Pero eres tú, es tu vida, y es tu cuerpo. Es tu alma. Y el alma, no se puede vender a cualquier precio. Por lo tanto, ya que sería una tontería vender la mía, porque no me llegaría ni para una uña nueva, voy a intentar acondicionar todo esto. Voy a ponerlo bonito, a ordenarlo, a limpiarlo y latiré con más fuerza. Se regenerará todo, y podré disfrutar de mis entrañas. No las quiero, no hacen mas que tonterías, pero disfrutaré de ellas odiándolas.

Fabricar recuerdos no es tan malo, al menos, cuando estamos solos con nosotros mismos, no estaremos tan solos. Recomponerse, no es fácil, pero puedes disimular facilmente, si vas totalmente erguido, saludas y sonríes.


No hay comentarios:

Publicar un comentario

En su huída se encontrarán con una chica que está segura de amar, pero no de comprometerse a amar para siempre; con una mujer perturbadora que vive sola con una ciega que nunca quiso trabajar y acabó cultivando las rosas más bellas.

Inspírate

trucos blogger